Reflexión de Teatro: El diálogo

Entre el 16 y 19 de noviembre, los alumnos de 2º de la ESO del grupo de teatro realizamos una actividad (con los mismos grupos del monólogo) que consistía en hacer un diálogo a partir del monólogo añadiendo un personaje que no hubiera salido aún en el monólogo (es decir, que aún no conocemos) y el protagonista que sí había salido en el monólogo.

David Arnaiz  nos dio una serie de consignas de lo que tenía que incluir el diálogo, las consignas decían que podía incluir un flashbackEl flashback tenía que explicar algún dato que hubiera salido en el monólogo. También cada personaje tenía que expresarse tanto con  lenguaje verbal como con lenguaje no verbal. Tenían que estar presentes las acotaciones para describir y las acciones que hacían los personajes, y también al principio de la historia, antes de comenzar a hacer el diálogo, se tenía que poner una acotación que describiera la entrada en escena del nuevo personaje y el espacio donde se encontraban los personajes. Finalmente, al acabar el diálogo, la escena se tenía que situar en el tiempo del monólogo, y si se trataba de un flashback, se tenía que volver al presente. Los grupos de la tarea eran los mismos que los del monólogo porque cada grupo sabía más que nadie lo que sentían los personajes (sobre todo  el principal porque estaba en el monólogo), porque cada grupo había escrito el monólogo.

En el caso de mi grupo, lo que hicimos fue grabar un audio a partir de las pequeñas frases que ya habíamos formulado y soltar frases improvisando. Eso me hizo aprender a saber formular un diálogo de forma improvisada . También aprendí a hacerlo de una forma más sencilla y natural que de la forma clásica, con la que hubiéramos acumulado mucho más tiempo, y además, nos ayudó mucho, porque no teníamos casi ideas para formular el diálogo. También he aprendido a formar un diálogo con dos personajes con diferentes maneras de expresarse, utilizando puntos suspensivos, signos interrogativos, signos de exclamación o también breves silencios. Este formato nos ha ayudado a formular más ideas porque el diálogo el diálogo lo hacíamos como si estuviésemos haciendo una conversación, pero poniéndonos en la piel del personaje.

Esta actividad me ha enseñado mucho a hacer un diálogo porque, personalmente, antes de esta actividad no tenía ni idea de cómo hacer un diálogo, y esta actividad me ha ayudado mucho a hacerlo. Creo que me servirá mucho lo que he aprendido en la actividad para cuando  tenga que hacer diálogos no solo en este proyecto de teatro, también en otras materias; cuando tengamos que hacer diálogos y sepamos formularlo; y sobre todo cuando tengamos que hacer nuestra obra final del proyecto con Pau Miró.  Podremos saber utilizar los flashbacks , colocar el tiempo de los flashbacks en el diálogo y organizarnos en grupo para hacer el diálogo (si es en grupo). Y seremos capaces de pasar un monólogo a un diálogo.

Alexandra Moral

Diálogos

Tras haber escrito un monólogo los alumnos del segundo curso de secundaria del instituto Moisès Broggi que hacemos el proyecto de teatro hemos escrito nuestros primeros diálogos en grupos de cuatro personas. Lo hemos hecho en la horas de proyecto, durante la sesiones de los días 16 y 19 de noviembre en las aulas de nuestro instituto.

Para hacer el diálogo recibimos unas instrucciones. Nos decían que, a partir del monólogo que habíamos redactado, teníamos que escribir un diálogo. En él, interactúan dos seres o criaturas: el ser que hablaba en el monólogo y otro personaje. Había que escribir una acotación inicial que explicara cómo era el sitio donde se producía el diálogo y que describiera al otro personaje. Tenía que estar compuesto por 20 réplicas de cada personaje. El diálogo que escribiéramos tenía que tener cierta relación con el monólogo y coherencia con lo que había sucedido anteriormente. También si lo queríamos el diálogo podía ser un flashback. En caso de que lo fuera también tenía que tener coherencia con lo que cronológicamente tenía que suceder después en el monólogo. En algunos casos los grupos lo que tuvieron que hacer primero fue releer el monólogo y revisar si había algún error y en caso de que hubiera alguno arreglarlo. Un ejemplo sería: que se rompiera el misterio, o que nos pudiera costar hacer un diálogo en el que el público pudiera ver cierta relación con el monólogo.

Hemos hecho esta actividad de diálogos en grupos para ir más coordinados; para ver que tiene dificultades, como el hecho  de no poder revelar muchas cosas o que tuviéramos que saltar ciertos temas ya que siempre hay que mantener el misterio para que el público preste atención; para observar que una obra de teatro la forman varias formas de textos, y para recordar que siempre tenemos que revisar lo que se ha escrito anteriormente y así poder redactar textos con coherencia. Gracias a esta actividad he podido aprender a ir más coordinado con mis compañeros de grupo, también he aprendido que si cierras el misterio de las cosas o revelas mucha información rompes la trama o la inquietud que produce el no saber qué les pasa a los personajes.  

Con esta actividad todos los alumnos hemos aprendido a revisar más constantemente lo que escribimos y la forma como lo escribimos para que los hechos tengan coherencia. A medida que pasa el tiempo, podemos observar que siempre salen mejor los textos cuando los hacemos en grupo, aunque nos cueste porque hay más variedad de opiniones.

Roger Losada

Els ulls caramelitzats

Nosotros, el grupo de teatro de segundo de la ESO del Moisés Broggi, el pasado viernes 26 de octubre hicimos nuestra tercera clase con Pau Miró. De esta  saldría el título de nuestra obra y diferentes propuestas de esta.

El título se eligió, a partir de ojos, que salió en la primera sesión. Teníamos que acompañarlo de un adjetivo que no tuviese sentido con la palabra. Cada uno decía una propuesta y al final el que más gustara se convertiría en nuestro título. Salieron grandes títulos, pero al final el que más gustó fue Els ulls caramelitzats.

A continuación nos pusimos a trabajar y a crear, con los grupos que habíamos formado en anteriores clases , un resumen de una historia, que nosotros nos hubiésemos inventado, a partir de las bases: “dónde estaba”, “quién era”, “qué le pasaba”, y al final dejarlo con intriga. Después de pensar nuestra pequeña historia teníamos que presentarla al resto de alumnos siguiendo las pautas que nos había dado Pau Miró. Una vez todos ya habíamos explicado nuestra propuesta, nos mandaron de deberes escribir un monólogo del protagonista en el momento en que se desarrolla la  intriga, con el fin de saber más de este personaje.

Gracias a estas actividades aprendimos cómo se creaba un título ya que antes de esta clase no sabíamos cómo empezar. También aprendimos más sobre cómo proyectar la voz en un escenario y a moverse con soltura en este.

Estas actividades nos serán de buena ayuda a la hora de crear nuestra historia definitiva, para escribir títulos de historias inventadas por nosotros, a la hora de proyectar la voz, al  moverte por el escenario, al escribir el guion tomando diferentes ideas para mantener la obra y que así el público no se aburra.

Arnau Pujal

Monólogo: “Los 400 golpes”

Los pasados lunes 22 y 29 de octubre los alumnos de 2º de la ESO del instituto Moisès Broggi, en la asignatura de proyecto artístico, realizamos una actividad sobre una película que habíamos visto anteriormente en clase: Los 400 golpes.

Esta actividad estaba dividida en ocho pasos bien diferenciados, incluido un paso previo. Al acabar estos pasos debíamos haber creado un monólogo completo en el que Antoine, el protagonista de la película, hablara al público desde un escenario, como si de una obra teatral se tratara. El paso previo consistía en responder a una serie de preguntas que servían para reflexionar y recordar lo que había pasado en la última escena de la película, para después crear el monólogo sobre lo que podría pasar posteriormente (la película tiene un final abierto). Después, en grupos de cuatro personas, comenzamos a escribirlo, respetando unas consignas iniciales; como por ejemplo, que el monólogo debía incluir una acotación inicial que explicase el decorado, los gestos, el espacio, etc, que debía empezar con una frase desencadenante (elegida al azar en clase) o que el personaje debía dirigirse al público. Nuestro profesor nos iba diciendo los pasos por orden a medida que íbamos escribiendo, de manera que debíamos ir modificando el guión para cumplir con las consignas asignadas.

Con esta actividad aprendí a crear correctamente un monólogo, ya que antes de esta actividad apenas sabía lo que era y pensaba que era una persona que simplemente pensaba en voz alta, y gracias a esta actividad he aprendido que, en un monólogo, el personaje se puede dirigir a otros, solo que no espera una respuesta de su parte. También aprendí a utilizar las acotaciones para enriquecer la obra teatral; por ejemplo, he aprendido que en una acotación puedes explicar todo el decorado del escenario, los sonidos de fondo, acciones y gestos que hagan los personajes o todo lo que se te ocurra para dar el máximo detalle sobre cómo quieres que sea la obra. Mis compañeros y yo, sobre todo, tuvimos que poner en práctica nuestra creatividad, nuestra capacidad de crear e ir modificando el monólogo según las consignas que nos daban, y nuestra capacidad de trabajar en grupo concentrados y escuchándonos.

Esta actividad nos puede servir, en parte, para empatizar con el protagonista, ya que hay que ponerse en su piel para poder imaginar y entender cómo se siente para después poder continuar su historia. Por otra parte, también nos sirve para tener una referencia de cara a los posibles monólogos que deberemos hacer posteriormente y para aprender a trabajar mejor en grupo, ya que cada miembro debe proponer sus ideas y los demás debemos escucharlo. En resumen, esta actividad ha sido beneficiosa para nosotros y gracias a ella hemos aprendido nuevos conceptos e ideas.

Natalia Suárez