Monólogo: “Los 400 golpes”

Los pasados lunes 22 y 29 de octubre los alumnos de 2º de la ESO del instituto Moisès Broggi, en la asignatura de proyecto artístico, realizamos una actividad sobre una película que habíamos visto anteriormente en clase: Los 400 golpes.

Esta actividad estaba dividida en ocho pasos bien diferenciados, incluido un paso previo. Al acabar estos pasos debíamos haber creado un monólogo completo en el que Antoine, el protagonista de la película, hablara al público desde un escenario, como si de una obra teatral se tratara. El paso previo consistía en responder a una serie de preguntas que servían para reflexionar y recordar lo que había pasado en la última escena de la película, para después crear el monólogo sobre lo que podría pasar posteriormente (la película tiene un final abierto). Después, en grupos de cuatro personas, comenzamos a escribirlo, respetando unas consignas iniciales; como por ejemplo, que el monólogo debía incluir una acotación inicial que explicase el decorado, los gestos, el espacio, etc, que debía empezar con una frase desencadenante (elegida al azar en clase) o que el personaje debía dirigirse al público. Nuestro profesor nos iba diciendo los pasos por orden a medida que íbamos escribiendo, de manera que debíamos ir modificando el guión para cumplir con las consignas asignadas.

Con esta actividad aprendí a crear correctamente un monólogo, ya que antes de esta actividad apenas sabía lo que era y pensaba que era una persona que simplemente pensaba en voz alta, y gracias a esta actividad he aprendido que, en un monólogo, el personaje se puede dirigir a otros, solo que no espera una respuesta de su parte. También aprendí a utilizar las acotaciones para enriquecer la obra teatral; por ejemplo, he aprendido que en una acotación puedes explicar todo el decorado del escenario, los sonidos de fondo, acciones y gestos que hagan los personajes o todo lo que se te ocurra para dar el máximo detalle sobre cómo quieres que sea la obra. Mis compañeros y yo, sobre todo, tuvimos que poner en práctica nuestra creatividad, nuestra capacidad de crear e ir modificando el monólogo según las consignas que nos daban, y nuestra capacidad de trabajar en grupo concentrados y escuchándonos.

Esta actividad nos puede servir, en parte, para empatizar con el protagonista, ya que hay que ponerse en su piel para poder imaginar y entender cómo se siente para después poder continuar su historia. Por otra parte, también nos sirve para tener una referencia de cara a los posibles monólogos que deberemos hacer posteriormente y para aprender a trabajar mejor en grupo, ya que cada miembro debe proponer sus ideas y los demás debemos escucharlo. En resumen, esta actividad ha sido beneficiosa para nosotros y gracias a ella hemos aprendido nuevos conceptos e ideas.

Natalia Suárez

Deixa un comentari

L'adreça electrònica no es publicarà. Els camps necessaris estan marcats amb *