Segona sessió amb Fernando Prats, dilluns 15 d’octubre

Vam anar a visitar el Refugi 307 i ens van fer una bona explicació.

Mi experiencia en el refugio antiaéreo:

Cuando nos llevaron al refugio al principio no sabíamos prácticamente nada y yo no había visto nunca ninguno por dentro. Mi primera impresión al entrar fue de un absoluto encierro, porque como está construido dentro de una montaña precisamente por sus fuertes muros de roca y piedra, a mí esa sensación de estar encerrada debajo de tierra me pareció horrible porque padezco un poco de claustrofobia. Nos explicaron que la gente a veces se quedaba horas dentro del refugio, lo que me pareció que debía de ser terrorífico. Pensar que a lo mejor tu casa había sido destruida mientras estabas allí, o que un amigo o familiar tuyo no sabias si habría podido entrar a tiempo; a demás de la sensación que tenían que tener al estar ese montón de personas. Nos explicaron cómo se realizaban la construcción de los refugios y donde se encontraba situado todo en esos momentos, incluso antes de entrar nos contaron cosas sobre la vida en Barcelona durante los tres años que duró la guerra civil

Mònica Andrés