Aprender con tacto.

A lo largo de casi seis meses de encuentros semanales con un grupo de alumnos del Institut Bernat Metge, nos hemos interrogado sobre el sentido de la experiencia artística. Así, durante este período (abruptamente interrumpido por la pandemia), desplazamos nuestra atención hacía la práctica del sentir: una apuesta por el arte como mediación entre el sujeto y el mundo. Para esto, reivindicamos una pedagogía sensible, que nos permita, en igual medida, desafiar los saberes establecidos y ofrecer una apertura para lo que aún no se conoce.

A través de los sentidos del cuerpo nos aventuramos a que algo nos toque, nos suceda, nos transforme. De ahí, para formular sentidos propios sobre lo que somos e imaginar lo que podemos devenir, exploramos una pluralidad de gestos: abrir y cerrar ojos, mirar despacio, escuchar, tocar a sí mismos, a los otros y al espacio, vivir los encuentros, hablar sobre lo que nos sucede, compartir instantes reconocibles e irreconocibles, cantar y bailar intensamente, detenerse en los detalles, sentir sin prisas y cultivar la atención. Una práctica incierta de contacto, de dentro para fuera y viceversa. Un proceso en el que el cuerpo está comprometido en redimensionar las distancias entre la superficie y la interioridad de las cosas.

Aprender con tacto es un registro de fragmentos íntimos que emergen a partir de memorias personales de un proceso de arte educación. Un entrelazamiento de experiencias en el que las jóvenes artistas manosean diversas formas de (des)conocimiento.

João Costa Lima

Barcelona, 4 de junio de 2020.                                 

                                                                              

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