Al inicio de la sesión nos pusimos a mirar e investigar un poco el programa Bandlap, estuvimos mirando cómo funcionaba, si conocíamos o entendíamos alguna de las cosas que salían y demás. Sinceramente, era muy complicado para nosotros.
A la segunda hora de fuimos fuera a dar una vuelta por alrededor del instituto para ver y escuchar lo que pasaba a nuestro alrededor. Teníamos que apuntar en un papel los sonidos que escuchábamos o las cosas que veíamos y nos interesaba o nos llamaba l’atención.
Al principio pensabamos que no tenía mucho sentido la actividad, pero
al final anotamos bastantes cosas: es increíble lo que se descubre cuando uno presta atención.
En ese sentido, empezamos a debatir si era lo mismo oír que escuchar y llegamos a la conclusión de que tiene matices difernetes:
—Escuchar: Estás pendiente de lo que pasa a tu alrededor, de lo que están diciendo o hablando o simplemente de lo que está sucediendo. La actitud es más activa.
—Oír: Es más inconsciente, simplemente sería escuchar sonidos o ruidos.
Para acabar la clase, nos habló de Pauline Oliveros, una compositora estadounidense, acordeonista y figura central en el desarrollo experimental de la música electrónica durante la postguerra. Fue bastante interesante.