SESIÓN 2 – 25/09/24

El día que conocimos a Gloria

El segundo día que practicábamos la optativa de arte fue el 25 de septiembre de
2024. Ese día Gloria, la arista, ya pudo venir, así que la pudimos conocer. Hicimos una breve presentación y empezamos la sesión con una especie de “yoga”.

Para nosotras, ese ejercicio fue pesado y un poco cansado de hacer, porque no teníamos ganas de hacerlo y porque era una actividad, desde nuestro punto de vista, un poco más aburrida.

Después de eso, al ver que no teníamos ganas de hacer la actividad planeada, improvisó un ejercicio que era sobre saltos, consistía en saltar y dejar partes del cuerpo muertas, o mover más exageradamente una parte determinada del cuerpo para dejarnos ir un poco y destensarnos. Para nosotras fue a peor la actividad, porque al ser la segunda sesión apenas nos conocíamos entre nosotras, y no nos acabamos de sentir cómodas.

Más tarde, hicimos un ejercicio de relajación que consistía en estar estriadas en el suelo y seguir las indicaciones de Iver, pero nos relajamos más de la cuenta y algunas personas se quedaron dormidas. En nuestra opinión fue la actividad que más nos gustó de esta sesión, ya que al estar sentadas tantas horas en una silla, el hecho de poder estar estiradas y relajadas sin tener que hacer nada, nos fue reconfortante y nos dio una sensación de paz que quizás era lo que ese día necesitábamos.

Luego, hicimos un ejercicio de coordinación que se llama el girasol: todos teníamos que ir girando como si fuésemos esa flor. Introducimos una variante en la que uno lideraba (el que miraba hacia fuera) y podía cambiar el sentido del giro.

Después hicimos otra, que no recordamos el nombre, pero consistía en estar en grupo y teníamos que seguir las instrucciones de una persona que era, la que en ese momento tomaba el control, pero no era fija. Lo teníamos que hacer en forma de baile o movimientos, y no se tenía que decir quién llevaba el liderazgo, incluso en momentos de mucha velocidad en los que acabamos corriendo.

Todo esto lo hicimos primero en grupos pequeños para ensayar y, luego, lo hicimos todos juntos con música. La actividad no nos gustaba mucho, pero la cosa mejoró gracias a la música, ya que os pareció más entretenido porque dinamizaba mucho y ayudaba a la hora de improvisar los movimientos, ya que te daba ritmo.

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