¡Por fin volvimos de vacaciones! La verdad es que echábamos de menos las sesiones con Lautaro.
Empezamos calentando un poco el cuerpo y, después nos explicó lo que haríamos en esta sesión.
Primero entraríamos en escena (uno por uno) y nos quedaríamos en un sitio, estáticos y con los ojos cerrados. Era complicado mantenerse quieto, así que era fácil balancearse.

Entonces tendríamos que empezar a tomar bastante conciencia de la respiración, para seguidamente poner toda nuestra atenció en las manos. Tendríamos que moverlas lentamente. Al cabo de un rato añadiríamos los brazos, los hombros y al final todo el torso, y seguiríamos el movimiento con la mirada. A continuación, añadiríamos el movimiento de las piernas, cambiándonos de sitio lentamente.
