En la primera sesión, apareció Bea. Ella es la mediadora del proyecto, junto con Mónica que no pudo venir. Ambas forman parte de La Poderosa, un espacio para la danza.
Bajamos al gimnasio del instituto y allí conocimos, a través de Bea, a Lautaro. Tras las presentaciones él se tuvo que marchar y nos quedamos solos con Bea.
La actividad que nos propuso para esta sesión consistía en estar en el suelo, estirados y relajados. Tuvimos que ir cambiando de posiciones lentamente hasta estar de pie. Llegaba un momento en que ya no sabíamos qué posiciones hacer.
Luego estuvimos caminando por el gimnasio intentando no chocarnos. Después, tuvimos que seguir a una persona sin que se diese cuenta. Más tarde, a dos personas, y tuvimos que estar en medio de esas dos personas sin perderlas.
Por último, hicimos parejas y una estaba en el suelo y la otra le movía el cuerpo. Fue muy relajante.



Por ser la primera sesión que hicimos, nos gustó muchísimo ya que pudimos expresarnos y expresar nuestros sentimientos a través del arte.