El primer día que fuimos al museo fue una experiencia buena. Primero, nos encontramos con Agnès y David fuera del Museo y después entramos con ellos. Subimos a la segunda planta donde había una cúpula con dibujos y nos hicieron tumbar en el suelo para mirar los dibujos de la cúpula y cada persona dibujó lo que más le llamó la atención. A continuación, alguien preguntó por qué había agujeros en la cúpula y nos pusimos a pensar. Algunos pensaban que era para la ventilación y otros pensaban que era para que se secara la pintura. David nos dijo que él tampoco lo sabía y que nos respondería en la siguiente sesión. Al lado nuestro, había una obra de arte y un ciervo. Teníamos curiosidad de saber quién había hecho esa obra y David nos dijo que era del famoso pintor Joan Miró. Después, otra persona preguntó si el ciervo era verdadero, o no. La respuesta era que sí, ya se trataba de un ciervo disecado. Eso nos sorprendió mucho.
Después nos llevaron a la sala oval donde nos explicaron un poco sobre la construcción de esa sala y también el órgano (instrumento) que había allí. También nos enseñaron un hueco en la pared por donde se podía ver otro ciervo, pero este era diferente, ya que estaba mirando un espejo. Fue muy interesante.
Así concluye nuestra primera visita al Museo Nacional d’Art de Catalunya.
Niharika, Yeisi y Charles Xavier